Vuelve Oliver Stone. Y eso es siempre una buena noticia. Reconozco que cuando ví el trailer de la peli, me encantó. Me pareció una peli salvaje (nunca mejor dicho), al estilo de los antiguos films del director. Una vez que la he visto, sin sentirme engañado (tampoco exageremos), creo que es bastante más light de lo que prometía. Sí, hay violencia, tiros y hasta decapitaciones. De eso no falta. Pero cuidado, ni una teta. Los americanos siempre igual... !Qué pais! La historia comienza bien, la química entre el trío protagonista resulta, los secundarios están estupendos (grande Benicio del Toro), pero algo falla. A medida que avanza la trama se va desinflando, y al llegar al final... Bueno, no diré nada, pero es como un coitus interruptus. Un corte de punto en toda su dimensión. Y ya nada puede evitar que salgas decepcionado de la sala. ¿Final autoimpuesto por la productora? ¿Stone no lo tenía claro? No se sabe, pero ese final arruina la cinta y la vuelve pobre y sin carisma.
Lo mejor: Los actores. El tono.
Lo peor: El final. Que va perdiendo fuelle a medida que avanza.
Nota: 6´5
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